(Libardo Parra Toro)
Libardo Parra Toro, más conocido por su seudónimo Tartarín Moreira, nació en el municipio de Valparaíso, Antioquia, alrededor de 1895 o 1898 (según distintas fuentes). Desde temprana edad mostró una sensibilidad especial por las artes, especialmente la música y la literatura, lo que marcaría profundamente su trayectoria personal y profesional.
Inspirado por el personaje de la novela Tartarín de Tarascón de Alphonse Daudet, adoptó el nombre “Tartarín” como parte de su identidad artística. También firmó algunos de sus escritos humorísticos bajo el seudónimo de “Doctor Barrabás”, mostrando su espíritu irreverente y creativo.
Tartarín fue un hombre de múltiples talentos. Destacó como poeta, compositor, periodista y bohemio empedernido, siendo una figura central en la vida cultural de Medellín a inicios del siglo XX. Participó activamente en el legendario grupo Los Panidas, fundado en 1915, junto a personajes como León de Greiff, Fernando González, Ricardo Rendón, José Manuel Arango, entre otros. Con ellos compartió una visión estética y crítica del mundo, combinando el arte con el pensamiento libre.
En el ámbito musical, Tartarín fue uno de los primeros letristas profesionales de Antioquia, componiendo letras de bambucos, tangos, pasillos y valses. Muchas de sus canciones fueron interpretadas por grandes artistas de la época, como Agustín Magaldi, Pedro Vargas, y el dúo Obdulio y Julián. Entre sus composiciones más conocidas se destacan:
Algunas de estas piezas, según cuenta la tradición, estaban pensadas originalmente para ser interpretadas por Carlos Gardel, aunque esto no llegó a concretarse.
Como periodista, Tartarín colaboró con diversos medios antioqueños como El Correo Liberal, El Heraldo de Antioquia y El Diario. Su estilo era directo, mordaz y crítico, muchas veces polémico, lo que lo convirtió en una figura tanto admirada como controvertida. Usó la pluma para denunciar, reflexionar y también para entretener, siempre con un sello personal inconfundible.
Su vida, marcada por la bohemia, el arte y la crítica social, también estuvo atravesada por dificultades económicas y problemas de salud. Falleció en Medellín el 1 de noviembre de 1954, víctima de tuberculosis, en condiciones de precariedad, como muchos artistas de su tiempo. Sin embargo, su obra y su espíritu no se extinguieron.
Hoy, Tartarín Moreira es recordado como uno de los grandes referentes culturales del suroeste antioqueño. En su natal Valparaíso, su legado se honra a través de espacios culturales como la Casa de la Cultura Tartarín Moreira, y su figura inspira a nuevas generaciones de artistas, gestores culturales y soñadores.
Su vida, marcada por la pasión por el arte, el amor por su tierra y la defensa de la libertad creativa, representa los valores que la Fundación Tartarin Moreira busca mantener vivos: cultura, identidad, comunidad y transformación social.
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